Existe un movimiento global que crece para promover, simultáneamente, los objetivos empresariales y los de desarrollo, a través de lo que se conoce como “triple impacto”. Las inversiones en este tipo de empresas son un buen negocio para el planeta, para la sociedad y para las empresas.
A partir de la pandemia generada por el COVID-19 y la puesta en evidencia de numerosos problemas para los cuales las sociedades no estaban preparadas, las personas entendimos la necesidad de buscar vías de reconstrucción sustentables y de repensar un “modelo de sociedad mejor».
En estos momentos de crisis, nacen también grandes oportunidades y nos encontramos en una instancia clave de la historia, donde diferentes actores de la sociedad comienzan a unirse para crear modelos de “Joint Venture Sustentables” que puedan contribuir significativamente a aliviar la pobreza y fomentar la preservación del medio ambiente. Estas iniciativas y actividades económicas mejoran el bienestar humano y el medio ambiente de forma rentable, convirtiéndose en un buen negocio para el planeta, para la sociedad y para las empresas.
Globalmente, se está propagando este nuevo enfoque que representa un claro ejemplo de cómo el crecimiento económico, la sostenibilidad medioambiental y la igualdad social pueden formar parte de la misma estrategia.
Para lograr un verdadero triple impacto, se requiere un cambio cultural, asumir compromisos, sacrificar cosas, re-estructurar procesos, re-pensar toda la cadena de valor 360º, re-definir las alianzas y vínculos con proveedores y partners, motivar e inspirar la importancia de este tema para el bien de todos.
Más de 3.500 empresas ya obtuvieron la certificación Empresa B en más de 70 países.
Una empresa debe estar financieramente sana y tener éxito para que las personas y el planeta prosperen y estos tres aspectos deben trabajar en conjunto, con estrategias sistémicas potenciadas con metodologías que lleven innovación a toda la cadena de valor.
Cada vez más empresas eligen aplicar para convertirse en Empresa B. Este reconocimiento impulsa a las compañías a incorporar nuevos parámetros de medición. Las empresas B están obligadas por ley a tener en cuenta el impacto en todas las partes interesadas, incluidos los empleados, los clientes, los proveedores, la comunidad y el medio ambiente. Son una comunidad de empresas que impulsan un movimiento global de personas que utilizan los negocios como una fuerza para el bien y que demuestran cada día que el triple impacto es un buen negocio para todos.
En DMO, acompañamos a muchas empresas que se suman al movimiento de cambio global basado en el triple impacto y, mediante la co-creación, trabajamos para reinventar sus negocios y generar soluciones a los mayores retos de la sociedad, impactando positivamente en el planeta.
Tu empresa tiene la capacidad para construir una economía más inclusiva e innovar con altos estándares de responsabilidad social y medioambiental. Para esto, es importante enfocarse en entender cada problema en particular, vincularlo con el escenario global y crear soluciones que conduzcan a negocios sostenibles, al crecimiento y a un impacto positivo en la calidad de vida de las personas.