Durante el 2024 nos sumergimos a investigar sobre biomateriales de la mano de Laura Messing de Moebio cueros. Tomamos sus cursos y aprendimos sobre la enorme diversidad de bioplásticos que existen, focalizando en los que provienen de fuentes renovables y son biodegradables, específicamente en compostaje hogareño, que como mencionamos anteriormente es mucho más beneficioso para el medio ambiente que los plásticos sean compostables sin necesidad de plantas industriales. Esto se debe a que los plásticos que requieren compostaje industrial pueden no llegar a estas instalaciones y acabar en vertederos o en la naturaleza, donde no se descomponen adecuadamente. Los plásticos compostables en condiciones domésticas o marinas ofrecen una solución más práctica y efectiva para reducir la contaminación.
Con todo lo aprendido, desarrollamos en conjunto una nueva versión de su biocuero patentado para aprender desde la experiencia y para fabricar el regalo que hacemos desde DMO a fin de año a clientes, empleados y colaboradores. Es una evolución de nuestros queridos cuadernos, pero esta vez desde una mirada completamente circular y regenerativa:
Queríamos que sea reutilizable múltiples veces. Para ello diseñamos un sistema de anclaje de las hojas te permite, al terminar de usar todas las hojas, cambiarlas de una manera muy sencilla, sin agujerear y sin utilizar ninguna pieza extra plástica ni metálica, sino ir a la mínima expresión: hilo!
Para las hojas, buscamos un proveedor de hojas recicladas y con certificado FSC (gestión ambiental que garantiza que el productos contiene una combinación de material procedente de bosques certificados FSC, controlados FSC y material recuperado).
Y por último pero no menos importante, para las tapas utilizamos el biocuero, que buscamos que sea resistente y duradero. Y que al final de todos los ciclos de vida útil posibles, que puede volver a la tierra para regenerarla, a través del compostaje hogareño, que también hoy en día hay en muchas plazas. Ya sea todo el cuaderno completo o sacando las hojas para reciclarlas.
Como tuvimos la oportunidad de meternos en el laboratorio y modificar la fórmula del biocuero, buscamos maximizar el porcentaje de residuos de otras industrias locales para reducir al máximo el impacto ambiental. Trabajamos con los carozos de palta (hueso de aguacate) que @podernutritivo_ nos donó ya que es un residuo de su producción de guacamole y con scoby, subproducto (habitualmente descartado) de la fabricación de kombucha de @b.u.n.j.i . Los insumos que no podían ser residuos de otras industrias buscamos proveedores locales para minimizar la huella de carbono.
Necesitábamos menos flexibilidad que su cuero patentado, pero sin perder resistencia así que nos arremangamos y comenzamos a realizar variantes de la fórmula en su taller hasta llegar a un resultado final firme, resistente y que exhibe con orgullo una textura interna con personalidad de palta, y por fuera la suave terminación del molde con el relieve clásico de nuestro logo y púa.
Como buenos diseñadores industriales que somos también comenzamos un proceso de investigación para llevar el material a una escala industrial, pero eso se los compartiremos más adelante.
Las posibilidades en este mundo de los biomateriales son infinitas y sumamente amigables con el ambiente ya que ayudan a reducir la huella de carbono, disminuyen la dependencia de combustibles fósiles, se descomponen de manera natural, no contaminan, aprovechan residuos, promueven la agricultura sostenible y pueden generar energía renovable al descomponerse, contribuyendo a un sistema económico más circular y sostenible.
Estamos entusiasmados por seguir encontrando oportunidades para aplicarlos y promover su uso!
Si te interesó y querés saber más sobre este tema, en los próximos días publicaremos el episodio 17 del DMOCast Disruption sessions: Disrupción en Biomateriales con Laura Messing donde te contaremos todos los detalles del proceso.
Gala Aizpuru